Algunas de las medallas que son el orgullo de Alarcón.
´´No dejaré que mi Refugio se llene de esa gente infecta. La desgracia, sencillamente, ha caído sobre ellos y no permitiré que la traigan´´'
--Alfredo Alarcón
Alfredo Alarcón es uno de los generales más veteranos y condecorados del ejército español. Está a cargo de la Compañía Mecanizada de los Toros Rojos, no obstante, resulta vencido por el sublevado comandante García y forzado a escapar. Es uno de los principales antagonistas.
Ficha
Edad: 55 Altura: 1,76
Profesión: Militar Peso: 67 kg
Rango:General Piel: Clara
Afiliación: Compañía Infant. Mecan. RLU Ojos: Grises
Nacionalidad: Española Cabello: Canoso
Historia
Alfredo Alarcón es conocido por ser uno de los generales más veteranos y a la vez más brutales del Ejército. A menudo sus operaciones se saldan con victorias pírricas y estrategias improvisadas muy poco fiables, lo que ha levantado una seria duda sobre su competencia táctica. Si ha llegado al cargo y se mantiene en él es por su capacidad de asignarse éxitos ajenos, de valerse de politiqueos y astucias, favores y, ante todo, de una habilidad innata para siempre quedar por encima de los que le rodean. Tiene fama de hombre extremista y sus actos refrendan que pondrá sus objetivos por encima de todo, incluso de las vidas de sus hombres. Se tiene asumido que, cuando se le asigna una operación a Alarcón, esta se llevará a cabo con éxito a costa de un precio exorbitado en víctimas y materiales.
Nacido en una familia muy humilde, su torpeza y poco encanto natural hicieron de él víctima de burlas durante toda su juventud, lo que le marcó profundamente y le provocó una conducta egocéntrica, orgullosa, engreída y ambiciosa hasta extremos mórbidos. Esta actitud despótica le catapultó al éxito militar en la Academia. Fue primero en su promoción y se las arregló para ir escalando puestos y puestos en la escala de una manera fugaz recurriendo a todo tipo de métodos. Aunque en su familia nunca dejó de ser el niño torpe y el blanco de las burlas, para los demás, Alarcón pasó a ser un hombre terrible.
La muerte de su propio hermano, también militar, en una operación que él mismo organizó desembocó en un desastre estratégico épico que le hizo perder completamente la poca cordura y fama que le quedaban.
Más por su tradición que por sus méritos, Alarcón y su Compañía Mecanizada fueron asignados al Refugio Libertad Uno. Alarcón ahora no es más que un viejo general que desea a toda costa la gloria y el orgullo, no importa en qué bando, para demostrar a aquellos que durante toda su vida se han reído de él cuán superior es. No está dispuesto a permitir que nada ni nadie del exterior entre en su Refugio y recurre de manera muy frecuente a fuerza letal excesiva para conseguirlo.
Curiosidades
Alfredo Alarcón hace apología del Jinete del Apocalipsis Guerra. Su actitud belicosa y su furia desbocada a menudo traen la desgracia a todos aquellos que están a su lado o luchan bajo sus órdenes.